El lunes a la mañana, mientras los datos del escrutinio provisorio de cada provincia todavía se actualizaban, los diputados del PRO empezaron su rosca para renovar las autoridades con una disputa abierta entre quienes pelean por sostener a Cristian Ritondo y los halcones de Patricia Bullrich, interesada en sumar poder en el Congreso y apuntalar sus sueños presidenciales. 

La pelea se trasladó rápidamente a dos grupos de whatsapp, uno creado por el diputado Álvaro González, encargado de contener a los leales a Ritondo; y otro de los halcones de Patricia, que desde el 10 de diciembre tendrá como coordinador en el recinto a Gerardo Milman, su mano derecha en la presidenta del PRO, que vuelve al recinto después de 8 años. Fue diputado del Gen de Margarita Stolbizer. 

Como suele ocurrir en estos casos, hubo varios diputados que aparecieron en los dos grupos y se comunicaron entre ellos para bromear de la situación; y otros que avisaron que no formarán parte de esta grieta interna que llegó para quedarse.

El lunes por la mañana se armaron dos grupos de whatsapp: uno a favor de Ritondo y uno en contra. Algunos diputados del interior niegan las jefaturas y se niegan a definir la interna. Álvaro González pelea por la reelección del jefe y quiere volver a la vice de la Cámara. 

También subsiste entre ambos equipos un subgrupo federal, que se hizo sentir en 2020 para protestar por la inconsulta elección de Ritondo como jefe de bloque y González como vice de la Cámara. La presión logró que la cordobesa Soher el Sukaría sea vice del bloque y el mendocino Omar de Marchi asuma como autoridad de la Cámara.

Si bien los federales tienen más cercanía a Bullrich, varios están reacios a seguir sus órdenes y prefieren mantenerse al margen de la disputa. Sin ellos, las chances de sustituir a Ritondo son nulas, aunque el grupo de los halcones no se rinde. Sus exponentes más visibles son Fernando Iglesias y Waldo Wolff. 

"Nada esta definido. Todo hay que negociarlo de nuevo", aclaran cerca de la presidenta del PRO. Hasta la semana pasada contaban como propios a cerca 20 diputados y esperaban que De Marchi y otros federales le dieron los votos de la victoria.

LPO/ Juan Carlos Casas.

Claro que para que eso ocurra, debería haber un premio a los aportes decisivos como serían también los 4 cordobeses y los 3 santafesinos que los halcones contabilizan como propios y tienen la medalla de haber participado de triunfos rutilantes.  

Pero los números están complicados para Patricia, porque el PRO tendría desde diciembre una base de 47 diputados, aunque el número final se sabrá cuando se definan las fugas al bloque que arma Emilio Monzó y Stolbizer. Se anotaron Sebastián García de Luca y Domingo Amaya, pero esperan por los Frigerio (Rogelio y Federico) y el entrerriano Gustavo Hein.

Con este panorama, al menos por ahora, Ritondo se siente reelecto. Tanta es su confianza, que especulan con una vuelta de González a la vicepresidencia primera en reemplazo de De Marchi. Si bien representa a la Ciudad, nació en Santa Fe, donde sigue haciendo política.  

"Por ahora, estamos discutiendo con un grupo de whatsapp. Nadie vino a hablar con nosotros. Cuando lleguen, los escucharemos", señalan cerca de Ritondo, que quiere ser gobernador y para eso necesita sostener un perfil alto. 

Si el PRO se mantiene como el bloque más grande de Juntos podría pelear la presidencia del interbloque, que en 2019 resignó a la UCR pese a tener más diputados que ninguna de las otras fuerzas. La presión de Elisa Carrió dejó el sillón para Mario Negri, quien si reelige como jefe en la UCR buscará retenerlo. 

Mientras tanto, el poroteo por el bloque PRO seguirá, incluso cuando se tengan que repartir comisiones, que con los resultados del domingo continuarán con una mayoría del oficialismo. El resto de los casilleros deberán repartirse en Juntos puertas adentro. Ya con jefes definidos.